La
casa de los Cullen estaba repleta de gente. No cabía ni un alfiler,
literalmente. El olor del millón de flores que Alice había colocado
por todas partes hacía que la nariz me picase de forma horrorosa. Si
a eso le añadimos el hecho de que me encontraba en un estado cercano
a la histeria, la cosa sólo empeoraba.
Habían
pasado más de cuarenta minutos desde que hice mi entrada
triunfal. Me dijeron
que la novia siempre suele tardar, pero no me hablaron sobre la
angustia de la espera.
Miles
de dudas y miedos rondaban por mi cabeza. ¿Y si se había
arrepentido? ¿Y si no venía? Podía haber huido y ni haberme
enterado. En ese caso, estaría el ridículo más espantoso delante
de todos aquellos chupas... vampiros. Tenía que acostumbrarme a
decir vampiros. Sobre
todo ahora que iba a pasar el resto de mi existencia pegado a ellos.
Eso si Renesmee aparecía, por supesto.
—Bells,
tarda demasiado. ¿No crees que... ?
—Jake,
tranquilo, ¿de acuerdo? Vendrá. Es tradición que la novia se haga
de rogar.
Bella
estaba resplandeciente enfundada en aquel llamativo vestido dorado.
Había elegido a la madrina adecuada. Nadie se atrevería a mirarme a
mí con ella a mi lado. No sabía, ni quería saber la opinión de
todos aquellos... vampiros
acerca de cómo podía una diosa como Ness entregarse a un tipo como
yo.
El
sonido de unas notas de piano me sacó de mis pensamientos. Renesmee
apareció sujetándose al brazo de Edward y todos mis miedos y dudas
se esfumaron. No me importaba lo que pensasen los demás. Me daba
igual que creyesen que yo no era la persona adecuada. Ella se
encaminaba a mi encuentro. Me amaba e iba a entregarse a mí para
toda la eternidad.
Llevaba
el pelo recogido en una gruesa trenza coronada por una delicada
tiara. Su vestido era increíble. Vaporoso, sin mangas y engarzado
con varias rosas que caían desde su cintura hasta el suelo.
Ahora
sí que parecía una auténtica princesa. Mi
princesa.
Parecía
avergonzada. Insegura. Hasta que alzó la vista y su mirada se
encontró con la mía. Entonces recuperó toda su valentía. Sonrió
y me sacó la lengua. Yo bajé la mirada y sonreí. Sólo Ness podía
bromear en un momento así.
Llegaron
frente a mí y Edward me entregó su mano.
—Cuídala,
hermano -me pidió.
—Siempre
-prometí sin apartar los ojos de ella.
Supongo
que no le importó que le mintiese. Ahora que tenía sus manos entre
las mías. Siempre no era lo que tenía en mente... Pues no me
parecía suficiente tiempo para pasarlo a su lado.
Me encanta, muy linda la boda. me encanta el punto de vista de Jacob. Ha estado genial la historia, los capitulos se hicieron de rogar a veces pero valió la pena. :)
ResponderEliminarEso si aun me da pena lo de Jasper :(
No he tenido mucho tiempo para actualizar, de ahí que tardase tanto. Lo siento, jo! Me parecía épico darle "un final injusto" a un personaje importante. Lo del punto de vista de Jacob y la boda fue lo primero que escribí... Me alegro muchísimo que te haya gustado!
ResponderEliminarHolaaa, hermoso tu librooo, me quede mal con la muerte de Jasperrrr! pero la verdad fue hermoso lo que senti con el amor de Jacob y nessi, la verdad GRACIAS!
ResponderEliminarMe encantó toda la historia, he de admitir que la encontré de casualidad en el buscador y realmente hermosa. Lo que más me gustó fue que sacaste todas mis dudas,por así decirlo, de como seguiría la historia de Jack y Ness y que sucedería con Leah que sufría por Sam.
ResponderEliminarHasta lloré por Jasper...
Hubo algunas partes contradictorias, pero muy linda de todas formas la historia te felicito!!
Me ha gustado mucho tu historia, tanto como esta redactada como la historia en si, Felicidades! a ver si la continuas
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